miércoles, 14 de septiembre de 2011

Niño


           Tú que llevas en tus labios la sonrisa de la vida
ve y grita entre tus juegos que por ahora lloro mucho.

El motivo de mi llanto es que dejé de ser niño
es que perdí la inocencia, ya ni puedo ser sincero.

Tú que juegas con el aire, llena mi boca de aliento
para gritar tus ideas y así romper el silencio.

Yo no puedo hablar de todo, mis palabras pierden eco,
más tu boca habla verdades que no las escucha el pueblo.

En ti duermen los misterios del mañana tan incierto,
quién no velara tus sueños no sabrá nunca el secreto
del futuro que se viene como un lobo muy hambriento
a devorar nuestros sueños y a levantar negros cielos.

Obséquiame de tu rostro esa mirada dolida
que ya no lloren tus ojos pues volverán tiempos buenos.

Yo mantendré tu sonrisa hasta quedarme sin fuerzas,
hasta que mi alma se agote, hasta volverme cenizas.
Tu fantasía es mi sueño, tu alegría mi alimento,
por ti yo dejo esta vida, por ti yo me vuelvo niño. 

Jorge A. Leguizamón

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