domingo, 27 de noviembre de 2011

Quizá un nuevo día


Estoy aquí, en el instante donde
 la espesura de la fría oscuridad
trata de devorarme por completo.

Es esta solo y nada más que mía
en ella deposito las pocas y frágiles esperanzas
de que exista un nuevo amanecer
y quizá un nuevo día.

Este negro y pesado ataúd
pareció convertirse ayer en alguna nube blanca
de algún cielo ajeno,
pues pareció y no continuo pareciéndolo…
¡Me costaron innumerables hermanos míos!

Y sigo aquí…
pensante, mudo, yerto,
ciego, absorto, reluciente…
con un grillete extremadamente doloroso,
con alas rotas y una paz herrumbrada
en esto muy mío.

Wilson Allende

CREPÚSCULO


Cuando el frío se vuelva 
realmente indiscutible
habrá parado de llover entre otras cosas
cuando sea que el fuego de tus dedos imposibles
se deslice en el agua de la nada
en la mutua sequedad de los principios
en la vana sospecha de lo que irá a suceder
(émulos sucesos de ello mismo único
aunque desorbitantemente obvio
complejo y complicado cómplice de adioses
sinónimos saludos) 
como pájaros tiznados de nocturnos
haciendo gárgaras creíbles
reconociéndose en la cara 
maquilladamente loca del entorno
alucinándose armonía descriptiblemente ocaso
cuando empieza a ser notoria consistente
la penumbra de tu cuerpo.

MARCELO HERNÁEZ
COSTA DULCE, ITAUGUA, Py.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Expiración, ultimación, extinción,

Óbito, defunción, término,

Aniquilamiento, trance, fin,

Finamiento, partida, jornada,

Ruina, fallecimiento, transito,

Caída… estoy llegando,

Nacer…


Juan O. Leguizamón

La máquina

El rugido de la máquina despierta a la ciudad,
ella se levanta, herida y gris... sangrienta de suburbios, y agotada de oficinas.
Las máquinas tienen ruedas; ellas fueron inventadas por el hombre vivo en su afán de llegar, de ir, de buscar
más allá del horizonte... son extensiones de nuestras piernas, y sin embargo, infinitamente superiores.
En la máquina los hombres son distintos. Viajan a través de ella a innumerables destinos, viajan en ella, con 
ella.

La máquina tiene vida propia, la máquina maneja al hombre,
emite chillidos, rugidos y bocinazos que aprisionan el rocío de la mañana,
y montados en ella, superiores, lujosos, gallardos, desconocidos y exclusivos seres se transforman en 
hombres-máquina avasallando obstáculos, llegando a dónde sea, avasallando vidas, llegando puntuales, serios 
y eficaces.

Diminutas vidas, inertes y singulares sobrepasadas por las ruedas,
insignificantes venas del todo, frágiles seres con piernas y patas yacen inmóviles en el asfalto mientras la 
ciudad despierta... herida y gris, atormentada por ruedas.

Rebhecka de Lemos

Tu sacrificio mi soledad

Te alejaste de los tuyos por una promesa
De que a tus padres y hermanos no faltaría comida en la mesa
Dejaste toda una vida eso si es proeza
Te hiciste mártir de eso tengo certeza

Dejaste todos los sueños que tenías
Aun sabiendo que muy lejos vivirías
Para que tu gente viva bien como querías
Fuiste a vivir en donde abundan porquerías

Dejaste tu carrera universitaria
Por la maldita estabilidad monetaria
Aún no siendo creyente haría una plegaria
Que regreses para que esta vida deje de ser solitaria

El último abrazo fue fulminante
Te subiste al avión llevando todo por delante,
Incluyendo los sueños de este ribereño guaraní hablante
Que en español te escribe porque no quiere dejar de ser tu amante

Héctor Marín

¿Hasta cuándo?



¿Cuántas veces más caeré en tus brazos?

Víctima y preso de tu pasión secreta

Cuántas veces te amaré y me amarás a escondidas

Buscando un refugio para los dos.

Cuántas veces buscaremos excusas

Para quedarnos solos y reanudar

Aquél inicio de amor guardado

Que se libera en la oscuridad.

Cuántas veces más enfrentaremos

La soledad ante los demás.

Y cuántas veces esperaremos

Que todos vuelvan a su lugar

Para quedarnos solos y en el silencio

Amar hasta un nuevo despertar.

Jorge Leguizamón

Mientras dormís

Mientras vos estás durmiendo mi reina yo me levanto y pienso, sueño

creo mundos y vago solo a recorrer y elevar vuelos que me lleven de acá

lejos hacia vos mientras vos dormís.

Mientras vos dormís yo te sueño y te veo, y te toco, y te palpo y te amo

Mientras vos dormís creo que vos sos mía y yo tuyo

Pero eso es sólo mientras vos dormís

Porque mientras vos dormís, yo me divierto y paseo por los caminos


Ancestrales de la magia y la poesía eterna allí adonde sólo llegaremos

Algún día, espero llegar, vos y yo.

Mientras vos dormís, yo cuido y velo tu noche y beso tus párpados


Pensamientos dormidos que sueñan que sueño, mientras vos dormís,

pasa todo esto y más en mi mente, en mi cabeza, en mis sueños, en mi mundo,

en mi magia, mientras vos dormís…

Arnaldo Medina

Orden del día

I
Ajustar cuentas
Seguir viviendo
Despertar al sol,
Mirarse al espejo,
Escuchar voces
Despilfarrar segundos
Buscar al presente
Subir escaleras
Bajar, lentamente
Pausadamente
Mirar alrededor
Ver al mundo del revés,
Y no ver nada.
II
Histeria, frustración,
Alegría, felicitación
Y nada más...
Entonces, despertaré
Una mañana
En una caja veinte años,
Veinte siglos, añejada
III
Ajustar un amor
Despertar al despertador
Cepillarse los dientes
Salir rumbo al trabajo
Caminar rápidamente
Atracar un reloj
Asaltar a los segundos
Mirar el futuro
Con ansias de presente
Aprender del más allá
IV
Colgarse, errar, seguir,
Vencer, y mucho más...
Entonces, despertar en una
Cama, veinte años,
Veinte siglos trabajada
V
Prevenir al desamor
Construir un camino
Exiliarse del destino
Amigarse con el insomnio
Levantarse cansado
Desayunar un cigarrillo
Almorzar un sol de medio día
Alcanzar al reloj del ocaso
Marcar pautas al olvido
Recordar que la vida
Es una sola y nunca
Volverá a existir otra

VI
Todo, siempre, nada, nunca
Eso y más...
Entonces, despertar
 Con una sonrisa veinte años,
 Veinte siglos, buscada… 

Ernesto R. Centurión

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Niño


           Tú que llevas en tus labios la sonrisa de la vida
ve y grita entre tus juegos que por ahora lloro mucho.

El motivo de mi llanto es que dejé de ser niño
es que perdí la inocencia, ya ni puedo ser sincero.

Tú que juegas con el aire, llena mi boca de aliento
para gritar tus ideas y así romper el silencio.

Yo no puedo hablar de todo, mis palabras pierden eco,
más tu boca habla verdades que no las escucha el pueblo.

En ti duermen los misterios del mañana tan incierto,
quién no velara tus sueños no sabrá nunca el secreto
del futuro que se viene como un lobo muy hambriento
a devorar nuestros sueños y a levantar negros cielos.

Obséquiame de tu rostro esa mirada dolida
que ya no lloren tus ojos pues volverán tiempos buenos.

Yo mantendré tu sonrisa hasta quedarme sin fuerzas,
hasta que mi alma se agote, hasta volverme cenizas.
Tu fantasía es mi sueño, tu alegría mi alimento,
por ti yo dejo esta vida, por ti yo me vuelvo niño. 

Jorge A. Leguizamón

Amiga y Compañera


Si mi intención es que ya no caigan lágrimas del rostro del obrero
Solo me queda esperar que sigas este mismo sendero
Que te sumes al camino de los corazones que dan amor al mundo entero
Porque sin vos y unos cuantos no lograremos un triunfo certero

Personas con tantas cualidades son necesarias
Para eliminar de la humanidad todas las plegarias
La religión, el hambre, el cáncer, el sida y la malaria
Estas son completamente innecesarias

Tu corazón es el de una joven solidaria
De una persona verdaderamente revolucionaria
Y aunque muchas veces parezcas una persona solitaria
La gente que te rodea te ama de manera totalitaria

El bañado grita Abigail Vázquez Zorrilla
Cuando este es del río la orilla
Cuando el agua me llegue a la rodilla
Amiga te llamaré aunque la hipotermia del sistema me mande a una camilla. 

Héctor Marín

MALA FAMA


En las cofradías del castillo de arena, están
enojados con los monjes célticos,
sus sangres están etílicas, con el brindis
de las libaciones.
La caja boba, los ha delatado, el mundo
entero, yace acostado, en el arpegio
de las sotanas.
Arriba los crucifijos, de corazones
sin sentimientos,
abajo las miradas, de obispos altos
asexuados.
Conventos, monasterios y grutas,
secretos de medianoche prostituyen,
sublime diván ministerial.
Números impares, del satélite, detallan
tú profunda oscuridad.
En el nombre del hijo, al  canal
Venus……………………………………………….


Juan Osmar Leguizamón Avalos

Contradicción


Te regalo una noche o un día,
Te doy el cielo o la tierra,
La luna y el sol,
La suma y la resta
La acción y la reacción
En el infierno o el paraíso,
Te propongo la contradicción

Indisoluble contradicción que abarca
Absolutamente todo, no es dios es naturaleza…
Es infinitamente finita transformación,
Es todo y nada

La muchacha que camina de la mano con su novio,
¡Qué gran contradicción!
El muchacho que camina con su novio,
¡Gran contradicción!
La muchacha con su novia
¡Uff!¡Contradicción!

Y sin disimulo la sociedad que no quiere entender de estas cosas
Es una contradicción
Pero la pobreza de muchos y la riqueza de pocos es la peor
Y solo se resuelve con
Una gran solución para esta gran contradicción
Por eso te regalo, te doy, y te propongo
¡Una gran Revolución!

Ernesto R. Centurión

Manos de hierro



Dura está ya la helada

Firmeza de su esperanza
Dicen todos no pide nada
Pero en su afán nunca descansa

Remota gira la idea
De sol a sol la llama
Vida de tierra ajena
Débil roba su alma

¿No lo han oído gritar?
En el silencio cruel se encierra
Manos de hierro que suaves
Suaves remueven la tierra

Duro trabajo que ira
Siempre en manos ajenas

Silvia R. Miranda Benitez








viernes, 19 de agosto de 2011

Letras Inventadas


Te invento
Me invitas a inventar
Te miento
Me acostumbras a mentir
Soy débil ante tanta imaginación tuya
La uso como señalador de mi lectura silenciosa
Tú número está entre las letras del olvido, sin sentido
Las leo en el colectivo, en un viaje infinito
Las leo entre tus labios, semáforo al rojo vivo
Las leo entre posadera, tranquila,  como el alma muerta
Las escribo,
Se meacaba la tinta de tanto leerlas.
 

Lourdes Benítez

miércoles, 20 de julio de 2011

Posposición


Precipitado caigo en un sueño extasiado
sombríos pensamientos pueblan mi memoria
veo oscuros árboles calavéricos, inmóviles
penetra el seco polvo del oprobio mi epidermis.

Un espectro está bailando en la azotea
sólo, único regocijado en la llovizna fina,
y un frío viento que perfora habitaciones
trae consigo maldiciones góticas.

En la estéril gruta del afán mi cuerpo
afligido arrastra una sutil condena
no hay salida cierta sino aquella pugna,
hecatombe ruin que lleva hacia la ruina.


Invernal mi alma, curda y disonante,
me inyecta proezas de desasosiego
profano mi cuerpo burdo y desvelado
avivando máculas en mi interior.

Busco la maleta como por inercia
con pánico intento zarpar de mí mismo
y el lírico heraldo de voz seductora
pospone mi viaje una y otra vez

Jorge Leguizamón

¿A dónde vas papá?

A un lugar donde no quiero ir
Pero que por vos y tu madre no tengo más remedio que partir
¿Por qué llevas un arma?
Para que cuando esté en peligro tenga que usarla
Para matar alguien de otra patria, que a la nuestra han enviado a exterminarla.
¿Por qué quieren exterminar nuestra patria?
No lo sé eso me dijo el señor burgués
a lo mejor es una guerra en donde ellos tengan algún interés.
¿Qué es interés?
Es algo que los burgueses tienen por el dinero que no merecen
y también es algo por los que muchos de nuestra clase perecen.
¿Por qué los pobres perecen?
Porque no saben a quién apuntar el fusil.
porque por gente de nuestra propia clase tenemos un sentimiento hostil.
Si sabes eso. ¿Por qué vas?
Porque si no tal vez nos podrían matar,
Mejor no te preocupes por cosas que no puedes evitar.

Héctor Marín

Palabras de guerra y paz

Bombas inteligentes, verdugos del imperio
Asesinos de pueblos, destructores de la vida, la paz, la humanidad
Y si mis ojos se levantan para mirar el rostro del asesino
De aquel militar oligarca, el que hizo desaparecer a personas
Y no pensó jamás que quedaría la mirada del pueblo
Acusándolo,
Y si cerrara los ojos a los hijos de las calles, de las miserias humanas
De la ignorancia y la mentira,
Sería un paria arrastrándome como un insecto inofensivo
Que se alimenta de la podredumbre social
Si abriera los ojos a las guerras de independencia que hace doscientos años
Aceitaron la historia de nuestra América,
Y pusieron los cimientos para la construcción de la patria nueva…
Y forjáramos las sendas de Pancho Villa, Martí, Sandino
Para construir las carreteras iniciadas por los desaparecidos de estas tierras
Por la genocida guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay
Y descubriéramos la cara del imperialismo que destruyó el continente a pedazos
Con sus políticas de dominación…
Y por fin nos reconociéramos a nosotros mismos
Hijos de las selvas, los desiertos, las montañas y los mares
Si llegáramos a despertar como un volcán de riquezas naturales
Y amarráramos bien fuerte nuestras fronteras hasta hacerlas desaparecer
Por fin el sueño no tan lejano será nuestro
Y el futuro sembrado de unión, solidaridad y fraternidad
Romperá  las cadenas que nos atan, más aún
Nuestra historia no será solo la nuestra, sino que se propagará
Por el mundo entero
Como un tesoro escondido en estas tierras
Celosamente guardado por los pueblos originarios
Y generosamente esparcido por el mundo
Para no hacer solo una patria grande sino un universo de paz…


Ernesto R. Centurión

Pobre


Al compás de la miseria, los niños
hambreados,
jugaban al banquete de la última
cena.
Los perros babeaban sobre la prostituta
de Tarsis.
Cada noche, con el dolor de la ignominia
se excitaban.
Mientras sus hijos abortados esperan
el responso… de la vergüenza y el
oprobio.
Perros altaneros, con el dolor de
la rabia, arrancan un pedazo de sus
pechos…
Para  niños dormidos, en las esquinas
de los cementerios… el juguete
olvidado y las velas derretidas.

Juan Osmar Leguizamón

.......


No me interesan burdas lisonjas,
pues para que mi alma sea feliz
un libro
una canción
un gran amor
un ideal y una pasión,
mas nada yo necesito
para ir trazando mi destino.

Seremos pocos en este mundo…
seremos muchos a lo mejor,
lobos perdidos de la manada,
que van en busca de un nuevo sol.

Yo te aseguro que no conoces
la profundidad del horizonte
ni la lágrima derramada por el dolor de la humanidad,
tú no conoces de perfecciones…
ni de cambiar y ser mejor,
tú no conoces las alegrías
ni las tristezas del corazón…
lo que conoces son rostros viles
que siempre fingen satisfacción.


Esa es tu marcha monótona,
a la que llamas diversión
y te va quitando de a poco
la llama viva de la ilusión…
te va quitando de a poco
la juventud y la redención.

No me interesan burdas lisonjas,
pues para que mi alma sea feliz
un libro
una canción
un gran amor
un ideal y una pasión,
mas nada yo necesito
para ir trazando mi destino.

Rebhecka de Lemos