¿Cómo fue que te hiciste mujer? Si hace poco tiempo
jugábamos juntos.
¿Por qué tan rápido? Si se nota que en la inocencia de
tu mirada todavía quieres ser niña.
¿Por qué quisiste florecer? Si sabes que las hijas de
los obreros son como flores que no tardan en marchitarse.
¿Acaso no te gustaba jugar? ¿Acaso no fui un buen
amigo?
¿Acaso las risas de nuestra infancia ocultaban tu
tristeza?
¿Acaso querías huir de un mundo en donde las
oportunidades solo pueden ser observadas de lejos?
¿Acaso buscabas en él la salida de este complejo
laberinto?
¿Sientes que el vació que dejaron otros será llenado
simplemente porque quemas la etapa que debería ser la más bella, para vivir
otra que no conoces?
¿Sabes qué? no te culpo, y en el fondo me hubiera
gustado tener más tiempo para que me elijas como el que opaca tus tristezas, tu
salida del laberinto y el que llena el vacío de tu corazón.
Solo me queda vivir la última agonía de mi infancia
invitándote a jugar por última vez para que seas por un momento niña antes de
volverte mujer.
Héctor Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario