sábado, 31 de mayo de 2014

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He decidido partir a un lugar cercano como distante
Donde los colores no se parecen a mis bosques
Donde las carreteras entre gente tiesa corren...
Silban tonos raros, tan raros como sus trenes, caminos, ríos,
Tan ajenos a los nuestros, como los nuestros son para ellos
Cada paso es un descubrir indeleble, insospechado
Cada hombre un destino distinto, el mío es unir mis labios y
Espíritu de roble, a esa mujer...
América es mi tierra, vientos que nacen de los huesos
Del cielo, alfombra de ojos
Voy a amar a otras patrias, a besar sus sueños
Los de mi amada, la que la vida me dio
Para construir el mundo nuevo, la tierra es nuestra
Para heredar la fraternidad de los que rompen cadenas
Para verse en los espejos del presente y reflejar futuro
No me he de rendir, he de ser lo que decidimos ser
No un panfleto yerto en las sombras de un mundo ajeno,
Sino la viva voz del que ha despertado de su largo tormento
Las páginas se escriben y se arman de amor, dicen « verdad »
En los ojos de la mujer amada, en el pelo rojo del amanecer

Ernesto R. Centurión


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